lunes, 22 de noviembre de 2010

PRINCE RAMA OF AYODHYA . Por estar en contacto con Krishna nos sentiremos felices, y nuestra vida llegara a ser sublime.


Prince Rama of Ayodhya - Shadow Temple (2010)




"Glorifican los hombres a Vishnu, el dios resplandeciente, que con Surya comparte los rayos del astro del día. Vishnu, dios de la luz, a cuya mirada no se ocultan las acciones de los hombres perversos y que ilumina con su brillo las mismas fuerza del mal; Vishnu, el incansable, libra todos los días el combate con las tinieblas y sale victorioso!.
El insolente Ravana, príncipe del mal, comprendiendo que no podía competir con la gloria de Vishnu, pidió al dios Brama, el de los cien mil rostros, que le concediese al menos el don de ser invulnerable; que su cuerpo se viese para siempre libre del peligro de la espada cortante, de la flecha y el dardo. Quiso vender a los dioses la paz de que gozan, y renunció a luchar directamente contra ellos a cambio de que éstos le otorgasen la virtud que sus tiros y sus rayos no pudiesen herirle. Esto fue lo que pidió el atrevido.

Tardó mucho el poderoso Brama antes de contestar a tal demanda. Su majestuosa cabeza, en que se reflejaban los infinitos aspectos de la Creación, permaneció largo tiempo meditando, y al fin, con un leve movimiento afirmativo, concedió a Ravana lo que le pedía. Saltó de gozo tres veces el malvado ante la presencia de Brama, y no pensó en escrutar la impenetrable sonrisa de los cien mil rostros que todo lo ven.
Ravana, el insolente, pidió que su cuerpo se hiciera inmune a la lanza de Indra, que es el rayo, y siega los árboles en la tormenta y los guerreros en la batalla. Pidió ser insensible también al ardiente dardo de Surya, que traspasa la más densa oscuridad y envía su mensaje a las estrellas. Pidió así mismo que los Maruts, los vientos desencadenados, nada pudiesen contra él ni sus ejércitos de espíritus infernales. Volvía sus ojos hacia todos los rincones del cielo, buscando aquí y allá qué poder, qué arma o qué proyectil de los dioses señalaría con su dedo, indicando que también a aquello deseaba ser invulnerable.
Y cuando en su exigencia, se creyó bien protegido, contra todas las fuerzas celestes, se retiró de la presencia de los dioses meditando en su corazón siniestros propósitos.


Las maldades de Ravana y de sus espíritus no tuvieron punto de reposo desde aquel día. Lanzaba su pestilencia sobre la tierra y se abatía sobre los hombres indefensos, sin respetar al pobre ni al rico, al sacerdote ni al guerrero, al navegante ni al labrador. Había cumplido su pérfida palabra. Sus esclavos, los malignos raksas, se abstenían de mover guerra a los dioses, pero se cebaban en el hombre, que no tenía contra ellos ningún poder. Los mortales se hundían en el mal y en la enfermedad, en el odio y en la muerte. Y de tal manera abusó Ravana del privilegio que Brama le había concedido, que Vishnu no lo pudo soportar, y, anticipándose a los pensamientos sublimes de su señor, se presentó ante él y le dijo.
–¡Oh Sabio! Se ha cumplido el plazo de prueba, los desastres se abaten sobre la Humanidad y Ravana, el perjuro, cree que nos ha engañado. Nosotros debemos mantener nuestra palabra y no atacarle con nuestras propias manos. El muy fatuo creyó que sólo los dioses podían herirle, y cuando pasó revista a todas las armas celestes se olvidó del hombre, al que menospreciaba. ¡Es preciso que un héroe, entre los hombres, tome el arma de la venganza, y yo, absteniéndome de herir, guiaré su brazo vengador!. Obteniendo el consentimiento de Brama, que lo había previsto todo, Vishnu y los demás dioses dispusieron que viniese al mundo Rama, el héroe invencible, que por no ser más que un hombre podía herir con su mano al insolente Ravana, el cuál sólo era invulnerable contra las armas divinas.

Y de esta manera vino al mundo Rama. Su fuerza invencible estaba destinada a humillar al que intentó engañar a los dioses y sólo había conseguido engañarse a sí mismo."



Prince Rama of Ayodhya - Zetland (2009)


Engendrados en el calor de los pantanos de florida, entre campos de pino y artefactos precolombinos, Prince Rama of Ayodhya susurró a los oídos de Taraka Larson, Nimai Larson y Michael Collins en el verano del 2007, entre el chinchineo de campanas de rezo y tambores de piel de cabra. Abandonaron la granja Hare Krishna donde vivían y formaron una banda. Se mudaron a Boston donde enseguida cuajaron en el asunto underground folki psicodelico con su particular sonido de fogata de campamento surrealista e himnos trascendentales de todo el orden cósmico.

La voz es un laberinto sónico de safaris y operas alucinógenas, junto a las percusiones tribales y el sinte astral, esta música a toda ostia te puede provocar constelaciones arqueológicas.



En poco tiempo el trío fue fichado por el sello de psicodelia británica Cosmos Recordings. El grupo decidió mandarles unas grabaciones caseras en cintas de casette (grabadas en bosques y sitios por el estilo) que Cosmos enseguida editó en una pequeña serie con el nombre de "Treshold Dances" en Agosto del 2008. Treshold por cierto es mi canción favorita de Dead Can Dance, un grupo al que me recuerdan mucho Prince Rama, y salvando las distancias, creo que mantienen un nexo misticojipitibetano importante. Desde entonces el grupo a editado ya 3 discos mas: "Zetland" en el 2009, "Architecture of Utopia" en marzo del 2010, y acaba de salir el "Shadow Temple". Os dejo los enlaces para que los escuchéis en las imágenes de las portadas.

En su corta carrera, esta gente a girado por Inglaterra y Estados Unidos varias veces junto a Teeth Mountain compartiendo escenarios con Caribou, Wooden Shijps, Magic Markers, Psych Ills, Indian Jewerly, Chris Corsano, Pocahaunted, Kurt Vile, Pentangle, Iron and Wine, Clinic, Black Mountain entre otros. Casi nada.



En sus imprevisibles directos refleja su ecléctica piscina de misticismo, que admite cánticos colectivos, aullidos de lobo, invocaciones, y cosas así de bosque zurrón y amuletos.

En este video podeis ver como es el asunto. Modernos, jipis y lisergicos. Todo hace pensar que desde que llegó el catálogo de Thoman a aquella granja su vida dió un giro.




En los conciertos acostumbran a repartir trampolinadas muy chulas entre el público, integrándolos así en su ritual panderetero.



Hare Krishna es un nombre del Supremo que significa "El todo atractivo." Cualquier cosa que pueda atraerte tiene su fuente en el Supremo. Por lo tanto el Supremo es también conocido como Rama. Rama significa "la fuente de placer ilimitado." Todos nosotros somos criaturas buscadoras de placer. Así uno puede decir que directa o indirectamente todos estamos buscando a Krishna. Cantar Hare Krishna es una manera de buscar a Krishna directamente.

Asi que ya sabeis, si quereis añadirle esa pizca de misticismo a vuestras vidas, si no habeis visitado el bioparc todavia, si os inquietaron los others, si creeis en el reverb como fuente de conocimiento, o si quereis acabar con la cabeza como un bombo, escuchad este grupo al volumen necesario y zamparos amapolas muertas.


Tarántulas Pentium





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