viernes, 2 de julio de 2010

Crónicas del Azkena Rock 2010: LA FAMILIA Y EL ROCK

El sol gopea nuestras cabezas como un martillo ardiendo. El ímpetu y las ansias por bailar y excederse llevan varios días inyectándonos nervios. Entramos al recinto Mendizabala, todo acaba de comenzar, y para que engañarnos, en lo único que pensamos es en mover el culo sin parar, en tocar el cielo de la atrocidad y en perder cien años bajo la aplastante lógica de "las cosas que pasan factura".

Entonces salen a tocar.


Un vídeo para quién no los conozca

Kitty Daisy & Lewis es un grupo de Inglaterra. Formado por tres hermanos, los que dan nombre al grupo, y a los que acompañan su padre Graeme Durham a la guitarra rítmica, y su madre, Ingrid Weiss, al contrabajo. Parecen una familia surgida de cualquier película de John Waters, aunque bastante más descafeinada. Los tres niños Durham van intercambiándose los instrumentos que se reparten por el escenario, ahora un acordeón, ahora un banjo, un ukelele, un xilófono, la batería, el piano... El padre permanece al fondo, sentado, tocando la guitarra y observando a su familia. No llama la atención, de eso se encarga su mujer Graeme, que tocaba la batería en un grupo punk de finales de los 70, The Raincoats (he encontrado dos discos por si os interesan, curiosos sin duda).



http://www.megaupload.com/?d=54nt245r


http://www.megaupload.com/?d=KTT9C2GW


Y hace rato que no bailo. Pienso en las familias.

No sé si recuerdan que comenzaba esta crónica diciendo que sólo pensaba en mover el culo y abrazarme al desparrame como un ciervo puesto de psicotrópicos en los bosques de Avatar. Pero de repente me encuentro en un festival de rock pensando en algo como la familia, un festival de rock, un lugar en el que no suelo pensar en nada, sinceramente, más bien lo contrario, un lugar donde normalmente me abandono al gozo y al baile, al exceso y al rodillo del "más es mejor".

Pero ahí está golpeándome de nuevo esa maldita palabra cristiana mientras Kitty y Daisy vuelven a intercambiarse los papeles, la batería cambia de manos (por cierto la batería con el bombo más grande que he visto nunca) y Lewis comienza a tocar los primeros compases de "Going up the countrie", una canción de su único disco hasta la fecha Kitty Daisy & Lewis (Sunday Best, 2008), y una de esas canciones que te obliga a dar palmas y a mover los pies como un poseso idiota.

Y yo en cambio pienso. Pienso en el rock y en las familias. Y pienso en esos tres hermanos que se criaron bajo los acordes de Louis Amstrong, o tarareando las canciones de Muddy Waters y Jonhy Cash. E imagino a tres niños jugando con esos juguetes de formas extrañas y que emiten sonido que se reparten por la casa: banjos, trombones, baterías, guitarras... No resulta extraño imaginarse entonces a Kitty Daisy y Lewis siendo ya unos adolescentes, pidiéndoles a sus padres que les acompañasen con su grupo de giras, conciertos, carreteras, camerinos. Resulta difícil para alguien como yo imaginarme en un camerino con mi padre. Soy más de los que creen que los camerinos son la antesala del infierno, un agujero en el que los tópicos del rock se machacan y se esnifan. Y sin embargo me gusta lo que veo. Me gusta ese retrato de familia, esa foto sobre el escenario. Una familia unida por la música, por la buena música, y recordándome que la distancia entre generaciones muchas veces se rompe gracias a esta.

Finalmente sube al escenario un viejo amigo de la familia, un jamaicano que no sé quien es y que toca la trompeta. El concierto se vuelve cada vez más reagea, incluso ska. Hubiese preferido que siguiesen tocando sus canciones, más rock, más blues, pero en fin, tocó joderse. Su concierto fue bueno, tal vez les faltó más complicidad del público, pero bueno, aquello acababa de empezar.

Me fui de allí pensando en la familia Durham. Pensando en mi familia. Luego decidí dejar de pensar. El viernes tocaba Kiss y lo mejor era seguir su consejo: Rock & Roll toda la noche y fiesta todos los días.

Y ya pensaría en mi familia en otro momento.

Sigilo Nipples

Próximamente más crónicas de nuestro reportero sobre el Azkena Rock 2010!

No hay comentarios:

Publicar un comentario