miércoles, 18 de agosto de 2010

On the sea. Buena música y energías extrañas frente al mar

Es difícil explicar en una crónica lo que ha pasado en un festival en el que sólo pensabas en bailar como un loco, espídico y epiléptico, como un pez extraído de su hábitat natural, el líquido aburrimiento. Es difícil a su vez no pensar en acabar así frente al punk alegremente veraniego de Los plátanos, la clase rockera de Le jonathan reilly, el punk y la despreciable actitud de cabrón borracho del líder de The fall, la electrónica molona y bailona de Trans am, el hipnótico rock postoperatorio de Moon duo, y el punkrock de grasa y aceite quemado de Wau y los arrrghs. Joder, me dicen hace unos meses que iban a montar un festival con ese cartel en Valencia por veinte euros y me apuesto a mi chica a que no se hace. Gracias a dios que no me lo dijeron. Y gracias a dios que no tengo chica.

Pero a la dificultad que me he encontrado para escribir esta crónica se suma el problema de escribirla atendiendo a las extrañas energías que lo envolvieron. Y no sé si tuvo algo que ver que el lugar en el que se llevó a cabo el festival, la playa Glea, en Dehesa de Campoamor, Orihuela. Para que se hagan una idea es como el paraíso para aquellos guiris que no encontraron hotel en Benicassim y que visto lo visto decidieron comprarse un chalet prefabricado en este lugar. Y lo cierto es que esas energías extrañas, que al principio pensé que serían cuestión de no haber ingerido suficiente alcohol, continuaron durante los primeros conciertos que vi.

Tal vez que en el concierto de Los plátanos hubiese como mucho 15 personas (tal vez exagero) complicaba sentir esas otras energías positivas que ya estaba empezando a echar de menos. Y es que su concierto fue como un cigarro que se consume en el cenicero mientras te bebes el cubata. Una pena.

Luego tocaron Le Jonathan reilly. Y con luego quiero decir, cuarenta minutos después. En ese momento me enteré de que después de cada concierto nos esperaban unos cuarenta minutos de dj´s para amenizar la noche y alargar la jornada de conciertos hasta las 7 de la mañana. Sinceramente prefiero la antigua fórmula de conciertos y luego dj´s, opción que te posibilita ver los conciertos, si es lo que te interesa, y o bien marcharte después de los directos o bien ingerir todo lo que encuentres a tu paso durante las sesiones de los pincha discos. De todas formas, Le jonathan reilly, apoyados por el sol que comenzaba a esconderse y a perfilar la silueta del escenario y de los músicos sobre el horizonte, comenzaron a dar al festival ciertos aires de grandeza. Sin embargo el concierto se vio interrumpido en numerosas ocasiones debido a algunas complicaciones técnicas, tal vez debidas a esas energías extrañas que les comentaba antes. Una pena porque su concierto fue poco fluido y las 50 personas que estábamos viéndolo (tal vez exagero de nuevo) no conseguimos entrar del todo en el rollito que tiene la buena música que lleva practicando este grupo desde hace tiempo.

Luego llegó The fall. Este año en el Primavera sound decidí no verlos y me acerqué a ver a Guadalupe Plata, grupo que os recomiendo. Y según me comentaron acerté. La verdad es que ya había visto antes a The fall y sinceramente no me apetecía verle la cara a Mark E Smith. Ese hombre si que es una energía extraña. Demasiado sobrado para mi gusto, aunque en ocasiones pienso que esa actitud de viejo macarra asqueroso es la única cualidad que tiene sentido en el rock, y sobre todo en The fall. En el On the sea pudimos verle de cerca de él y a su banda, que actualmente la forman Elena Poulou Smith (esposa de Mark E. Smith) en los teclados y voz, Dave Eagle Spurr en el bajo, el guitarrista Peter Greenway, y Keiron Melling en la batería. El concierto me gustó más que cuando he tenido ocasión de verles en un escenario grande. Aún así no pasaría nada si Smith decidiese no volver a tocar en directo nunca más. Sinceramente creo que son un grupo mucho mejor en disco que en directo. Y si no escuchen Grotesque (After The Gramme) (Rough Trade, 1980), Hex Enduction Hour (Kamera, 1982), The Wonderful and Frightening World of The Fall (Beggars Banquet 1984) o This nation´s saving grace (Beggars Banquet 1985). Discazos todos ellos. (pinchen para descarga)

Luego llegaron Moon Duo. Y las energías extrañas dieron paso a unas energías astrales y marinas tremendamente poderosas. Su música hipnótica hizo que todo el público que andábamos por allí comenzásemos a bailar en el espacio sideral como ballenas puestas de ketamina. Grande Rippley Johnson (de Wooden Shjips) y sus melodías enfermizas y trascendentes. El krautrock, el trance y la psicodelia hicieron que mi cabeza se elevase sobre la playa de la Glea, y eso que en directo, y personalmente, creo que tampoco son gran cosa. Pero su música es tremenda, como un gran barco fantasma navegando a la deriva por un mar enfermo. Para dejarse llevar y no volver nunca.

Con Trans am empecé a volverme loco. Quien no baile con estos tíos no bailará nunca. Quién no conozca a estos tíos no conoce a uno de los mejores grupos de rock electrónico del mundo. Y eso que el concierto tampoco fue de 10. Pero da igual. El recinto ya estaba bastante lleno, y cuando tocaron Positive People creo que en la cabeza de todo el mundo solo cabía la posibilidad de abandonarse al baile como posesos.


Aquí os dejo lo que pude capturar con mi cámara. Grandes Trans am

Y por último llegaron Wau y los arrrghs. Curioso que tocasen los últimos. Tal vez habría tenido más sentido que cerrasen el festival The fall o Trans am, artistas internacionales consagrados, pero parece que los organizadores pretendieron cambiar un poco el juego y empezar con la música, digamos, más culta, y terminar con la más bizarra. No sé si habría sido mejor que estos enfermos del garaje y el punk rock hubiesen caldeado el ambiente mucho antes. Con ellos la cosa esta clara. Desparramar como unos desequilibrados, demoler estaciones, y recordarnos que las bandas que tocan como dementes entregados al rock & roll consiguen convertirse en héroes y consiguen que nos creamos lo que hacen. Grandes los “Wau” para terminar, uno de los mejores grupos españoles y no siempre reconocido este hecho. Es lo que tiene ser unos guarros maravillosos


Disfruten con Juanito Wau y el resto de Arrrghs




Y con esto terminaba el festival. Un festival que en su primera edición nos deja con varias dudas. Entre otras ¿Se convertirá este festival en una especie de FIB que vivirá más del exceso económico de los guiris que de su cartel o se mantendrá como una propuesta de una calidad musical indiscutible? ¿Mantendrán sus organizadores el nivel del cartel de este año? ¿Seguirán apostando por precios razonables? ¿No sería mejor hacer este festival, con este tipo de grupos, en un espacio más atractivo? (Veáse el rollito que tienen los conciertos en una sala como la del Funtastic Drácula Carnival) Estas y otras muchas preguntas se quedarán de momento sin respuesta. Pero sin lugar a dudas los promotores de este festival, más allá de la asistencia de público en los primeros conciertos o de otros temas relacionados con la organización del evento, ha demostrado tener muy buen gusto. Han traído a algunos de los mejores grupos de valencia y a un grupo como Trans Am, que bien podría estar tocando todos los años en un festival contrastado y extremadamente moderno como el Primavera Sound. De momento gracias al On the sea hemos podido verlos aquí en Valencia, incluso bañarnos con ellos por la mañana en la playa mientras el batería le tiraba cacho a una amiga mía. Porque eso es lo bonito de los festivales de este tipo, con energías extrañas o sin ellas, y algo que sería imposible en otros macrofestivales. Disfrutas con la música y te enrollas con los músicos. Que viva el rock.

Sigilo Nipples

No hay comentarios:

Publicar un comentario